Colonia del Sacramento , Mi historia de amor.

Esta historia que estoy a punto de comenzar a contar no fue leída en ninguna parte , nace de una fantasía , un sueño idílico de mi para con este precioso lugar que conocí no hace mucho y planeo volver cuando pueda y cuando mas pueda quiero quedarme a vivir. 

Colonia del Sacramento ,siglo pasado,  la marca de la diferencia de clases, me siento perdida, caminando entre la gente, vestida de encaje blanco camino sola, cuando de repente te cruzaste ,  cabello oscuro , los ojos más hermosos y puros de este mundo que se posaron por un minuto en los míos que eran solo de color negro,  a tu lado, se encontraba una mujer muy bonita,  mis ojos al verla bajaron, pero los tuyos seguían como antes, ardientes, hubo fuego en ellos , aquella te habló y de mi  te fuiste, sola de nuevo allí me quedé, pensando, jamás un hombre tan atractivo me había visto de esa forma, y mi corazón comenzó a incendiarse y mis labios sonrieron, sonrieron de alegría, pasaron días enteros y no lo volví a ver más, pero sus ojos en mi cabeza aún vivían, mi corazón latiendo con tanta fuerza por volver a verlo, una noche, un carnaval callejero , sola de nuevo , pero bailando me crucé contigo, esta vez estabas solo , sonriendo , nos miramos como en el primer encuentro, tus brazos en mi cintura y la unión de ambos labios explotaron en nuestros cuerpos, luego los alejaste , me agarraste la mano y a tu habitación me llevaste y haciendo el amor nos mantuvimos unidos hasta el amanecer. día tras día  probaba de tu piel, de tus labios, te llamabas Alberto, tenías 30 años, me juraste amor eterno, el más puro,  entre tus brazos me sentía protegida, amada de verdad, pero un día, te fuiste sin decirme el porque,  lloré y lloré , cada noche pasaba por tu ventana soñando verte parado allí sonriéndome con tus hermosos ojos claros,   te amé, te amo y te amaré hasta que decidas volver por mi y por mi piel, el tiempo pasó y aún te espero amor mío, ¿qué fue más importante que nuestro amor?. 

Jack the Ripper.

Bajo la espesa niebla que cubre las calles del oscuro y espectral Londres por la noche, unos pasos acechan la soledad, los ecos en los adoquines se adueñan del aullido de algún perro, acercándose a tu sucio cuerpo, no te asustes , solo quiere poseer tu esencia y alimentarse de tus huesos.

Sentir lo que aún desconozco .

Es que aveces ocurre esa sensación terrible de necesidad, de falta de pasión  que le ocurre a mi cuerpo, esa necesidad de sentirse tocada, de sentirse  el aliento sobre las teclas de un piano , sentirse esas mismas teclas al ser acariciadas con suavidad y ternura apasionada y plena, sentir lo que aún es desconocido, lo que aún desconozco.

Descanso Perpetuo

Claro como el agua, todo lo anterior ya está hecho pedazos dentro del otro ser,

Descanso perpetuo, cerrando sus ojos está, la lluvia cae decadente fuera de su ventana,

Quebrado entre sus huesos se encuentra, lastimaduras, espinas lo van decorando,

Cuanta agonía podía aguantar dentro de ese débil cuerpo,

Descanso perpetuo, lo busca incesante,

Calma, ¿donde está aquella llama pérdida?, solo él lo sabía,

Los mejores juegos de su juventud se perdieron en tantos cajones gastados,

Sus pies descalzos, ya no los siente parte de él.

Descanso perpetuo, dejarse ir, dejarse ir con lentitud pero con plenitud.

Collar de espinas

Cuando todo me duele, cuando no puedo pensar con tranquilidad, cuando la soledad me pesa demasiado, deseo colgarme en mi cuello un collar lleno de espinas puntiagudas que penetren mi piel y la sangre brote caliente por mi cuerpo , quiero sentirlo, necesito sentirlo, cuando no tengo un amigo que me toque o ni siquiera hablar de  un amor es cuando más necesito ese collar en mi cuello, ese dolor es el mayor placer que puedo conseguir sentir.
La penetración de las espinas significan todo en mi imaginación, nunca tendré lo que realmente quiero y necesito entonces quiero que ese collar sea mi eterna compañía hasta la mortalidad infinita.

                    Daniela Romani  (ausente de este rebaño)

Y en la soledad cuanto se puede imaginar

Es en ella, en un vagón desierto de un tren, cuando encuentra a su alrededor otras personas solitaria mirando por la ventana y que pensaran en su próximo, nuevos encuentros, el trabajo y las mismas actividades rutinarias pero que se pueden imaginar todos allí sentados en esos asientos, quizás, pensando en sueños de amores, de historias de cuentos amores perdidos y otros que ya no están este mundo, deducir que la felicidad no tiene ese final feliz que nos predicen al final de cada historia en aquella que nos enamoramos profundamente del galán de la historia. En que piensan seres solitarios en este momento, yo soy una más, cada día anhelo el día que te encuentre y mi soledad se derrita  y para los que siguen con esa soledad nunca pierdan las esperanzas como yo lo estoy haciendo.