Es en ella, en un vagón
desierto de un tren, cuando encuentra a su alrededor otras personas solitaria
mirando por la ventana y que pensaran en su próximo, nuevos encuentros, el
trabajo y las mismas actividades rutinarias pero que se pueden imaginar todos
allí sentados en esos asientos, quizás, pensando en sueños de amores, de
historias de cuentos amores perdidos y otros que ya no están este mundo,
deducir que la felicidad no tiene ese final feliz que nos predicen al final de
cada historia en aquella que nos enamoramos profundamente del galán de la
historia. En que piensan seres solitarios en este momento, yo soy una más, cada
día anhelo el día que te encuentre y mi soledad se derrita y para los que siguen con esa soledad nunca
pierdan las esperanzas como yo lo estoy haciendo.
