domingo, 15 de octubre de 2017

Poderoso ser.




Una noche salí a caminar y en la esquina me encontré con aquel, alto, de cabello oscuro, ojos ardientes como los de un dragón, vestido de negro, la apariencia de un demonio esbelto, me pidió si tenía fuego para encender su cigarrillo, le ofrecí un encendedor perdido en mi bolsillo, fueron esos ojos los que a mi cuerpo lo hicieron despertar, en su embrujo a mi casa lo invité a pasar, la pasión se hizo visible y en el acto el desenfreno , al despertar al día siguiente no lo encontré, nada, todavía no entiendo si fue un sueño, una alucinación o un simple deseo de amor.

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